
Y me pregunto esto porque en cada
ocasión que escucho los acordes del bello Himno que tenemos, nunca, léase bien,
NUNCA los ecuatorianos guardan respeto en su totalidad por este símbolo patrio.
Lo digo porque hoy, 01 de noviembre
de 2012, cumpleaños 24 de mi esposa, y Feria del Buen Vivir organizada por la
Gobernación de Santo Domingo en honor a los cinco años de provincialización,
ocurrió lo de siempre.
La maestra de ceremonias
mencionó: “Como primer punto del acto tenemos Himno Nacional del Ecuador
coreado por todos los presentes”. Cabe recalcar aquí que este evento se lo
realizó en la vía pública y en un área amplia, de todos modos…
Solamente las casi cien personas
que se encontraban frente a la tarima se pusieron de pie y se quedaron
callados, las autoridades movían los labios para las fotos, otros se ponían la
mano en el pecho en señal de patriotismo, en fin, casi cien hicieron lo que
medianamente se debería hacer.
Ya se dijo, el área del evento
era amplia y en el lugar debieron estar alrededor de quinientas personas en ese
momento.
Imaginé como siempre que todos,
ecuatorianos de nacimiento y de corazón, al menos por unos minutos, mientras se
escuchaba el Himno, se quedarían en sus lugares y serían parte del rito solemne
de saludar a la Patria, que por cierto, es de todos.
Una vez más, me equivoqué. A pesar
de que no pierdo la esperanza todavía.
Quienes estaban en el lugar como
parte del evento (que no estaban frente a la tarima) y que formaban parte de
las diferentes delegaciones de entidades públicas y privadas de la provincia
hicieron caso omiso a las palabras de la presentadora, hicieron caso omiso a la
música del Himno, hicieron caso omiso a la regla de civismo de cantar el Himno,
hicieron caso omiso, como siempre, a saludar a la Patria.
Y es que mientras los primeros
cien se sacaban gorras y mostraban solemnidad, los otros cuatrocientos
siguieron con sus actividades. Había quienes se sacaban fotos, otros subieron
el volumen de los amplificadores utilizados con música de fondo para sus
exposiciones, otros bailaban cualquier cosa, otros caminaban por una pasarela
con el bello sonido del Himno de fondo musical, en fin, lo mismo de siempre.
Añado que CÓMO SIEMPRE, a la mayoría
lo único que le interesaba era conversar, ver cualquier cosa y estar sentado, antes que
cantar “ese Himno aburrido” como muchas veces he escuchado por ahí.
Creo que no nos cuesta nada
ponernos de pie en un acto, sacarnos la gorra si llevamos puesta, quedarnos en
silencio si deseamos, pero por lo menos una mínima parte de respeto para “ese
Himno”. Ojo que he dicho en un acto, esto debería ser en cualquier parte.
Si estamos en un evento de estos,
en la vía pública, lo menos a hacer es: pararse en el sitio que te encuentres y
disfrutar de la música del mejor Himno Nacional del Mundo, el Himno Nacional
del Ecuador.
Esto ocurrió hoy, 01 de noviembre
de 2012, cumpleaños 24 de mi esposa, mientras estaba parado, cantando el Himno
Nacional, siendo visto como un raro y en la parte más alejada del lugar, sitio
en el que se encontraba el stand de mi institución.
La gente, en una gran mayoría, es muy irrespetuosa. Esto no ocurre solo con uno de los símbolos patrios del Ecuador, sino también la celebración de una misa. En una gran magnitud de ciudadanos asisten a la iglesia no por creencia sino por morbo y curiosidad. El amor a la patria o al menos el respeto se está perdiendo (sino se ha perdido en su totalidad.)
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