lunes, 3 de septiembre de 2012

Mi Twitter es también de mi empresa



TOMADO DE:
EL PAÍS - ARCHIVO 
 

Comentario:

A pesar de la existencia de la libertad de opinión en la sociedad, es importante reconocer hasta dónde podemos llegar con nuestras expresiones. No podemos escudarnos en esta libertad para convertirla en libertinaje y escribir o decir lo que queramos sin medir consecuencias.

Y es lo que comúnmente pasa cuando no dividimos nuestro espacio de trabajo con nuestro espacio personal. Emitir criterios en las redes, principalmente cuando de es periodista, es cuestión de  mucho  tino. No se puede escribir cualquier comentario negativo sin perjudicar a la propia reputación y a la de la empresa.

El comportamiento ético del profesional debería sobreponerse sobre el sentimiento personal de cada quién.

Ser parte de una empresa implica respeto, trabajo ético y sobre todas las cosas lealtad. No se puede usar las redes como  plataforma para atacar a una institución en la cual prestamos servicios y de la cual estamos siendo remunerados, y menos podemos agredirla tras salir de la misma.

El comportamiento ético, como ya se mencionó, debe regir nuestro accionar.

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